jueves, 19 de marzo de 2020

Benito Juárez: Benemérito de la América, PERO NO de MÉXICO




Uno de los personajes de la historia de México que ha sido sistemáticamente ensalzado, vitoreado y honorificado es B. Juárez. 

Fue Porfirio Díaz quien comenzó
por dar esta serie de vítores, monumentos (Hemiciclo en Alameda Central por ejemplo) y aplausos a quien fuera posiblemente uno de los personajes que más traición e ignominia causó al país.

La verdad es que la población en general en la época juarista no era proclive a Juárez, de hecho no causaba mayor simpatía dados los escándalos que en su tiempo causó por decisiones y políticas impopulares a México.

Pero no todos fueron así. Hubo sectores de la población y personajes que lo apoyaron de forma vigorosa, aunque éstos no fueron precisamente mexicanos, sino estadounidenses.  

Efectivamente, los principales aliados de Juárez fueron los gobiernos de Estados Unidos, quienes no solo lo apoyaron (políticamente hablando) sino incluso acordaron con él ciertos tratados, que perjudicaban gravemente a México pero beneficiaban enormemente a aquel país.

Además de ello, los agentes y gobernantes de EUA, intervinieron directamente en las políticas y formación de leyes que regirían a México y que hoy se utilizan como estandarte del más puro "patriotismo".

Es el caso de las llamadas Leyes de Reforma, mismas que fueron planeadas muchos años antes con el entreguista y traidor de Valentín Gómez Farías, pero consultadas y advertidas por el gobierno de Juárez a los Estados Unidos antes de su promulgación, tal como lo atestigua una carta confidencial de William Churchwell al entonces Presidente Buchanan, en la que sostiene que dicho gobierno (juarista) en breve habría de emitir un decreto radical para nacionalizar los bienes de la que el consideraba la Iglesia "corrupta" en México. 

Sin embargo, si bien en dichas leyes de reforma se nacionalizaban los bienes eclesiásticos y se limitaban gravemente los derechos y el trabajo que la Iglesia había venido desarrollando en México desde el Virreinato, también lo es que el mismo Juárez, firmaba tratados con EUA, en los que permitía la compra y adquisición de todo tipo de bienes inmuebles o cualquier otro por parte de estadounidenses protestantes, para el debido culto público religioso mediante las diferentes sectas que en aquel país ya estaban bien afincadas.

Además de eso, el mismo Ministro de Relaciones Exteriores de Juárez (Melchor Ocampo) negoció y puso por escrito, en una carta dirigida al gobierno de EUA, que era la voluntad del Presidente oaxaqueño, CEDER completa la Baja California, además de ciertas servidumbres de paso a perpetuidad en dos líneas marcadas a lo largo y ancho del país y el Itsmo de Tehubatepec.

Y todo ello a cambio de lograr por parte de ese país, el reconocimiento al gobierno juarista, mismo que ocurrió dos días después a dicha carta.

Con toda razón algunos diarios, incluso en EUA, decían de Juárez que era un personaje extraño a México, ya que había atentado contra su propia independencia. El diario Atlantic titulaba en abril de 1860 que "Juárez vino a representar un papel no común en su país: el de destruir su independencia".

Y es que desde que México proclamó su independencia y comenzó a existir como el Primer Imperio Mexicano con Agustín de Iturbide, Estados Unidos ya comenzaba a intrigar para socavar dicho régimen imperial, que era a todas luces contrario a los intereses estadounidenses.

Joel Poinsett, quien fuera enviado y agente del gobierno de aquel país, ofreció a Iturbide el reconocimiento a su gobierno por parte de EUA, a cambio de la venta de los territorios del norte de México, oferta que Iturbide rechazó frontalmente.

Eso le costó la generación de intrigas dentro de los políticos mediocres mexicanos de entonces, dentro de los que se encontró Vicente Guerrero, quien incluso le ofreció a Poinsett ser "Emperador de México".

Poinsett apoyó en México la logia del rito yorkino dentro de la masonería, que ya tenía varios integrantes en el país. Dicha secta o logia era denominada por Poinsett como el "partido norteamericano" que era abiertamente afín a los intereses estadounidenses... intervención más directa que ésta difícilmente la encontramos en la historia. Júarez fue iniciado dentro del rito yorkino.

Por su parte, el tratado McLane-Ocampo es uno de los ejemplos más vivos de la alta traición realizada por este personaje mexicano contra México. En este tratado México concede entre otras linduras, el paso a perpetuidad del Itsmo de Tehuantepec, así como a lo largo de dos líneas que atravesaban al país de EUA hacia el pacífico mexicano, el derecho del ejército de EUA para en cualquier momento intervenir militarmente para la defensa de sus intereses o sus ciudadanos, y una desgravación arancelaria perpetua de una lista de productos de ese país.

Este tratado no es el único firmado por Juárez contra México, hay otros más como el Dunlop-Ocampo, Wyke-Zamacona o el Corwin-Doblado, en los que de una u otra forma se hipotecaban territorios mexicanos y otorgaban grandes y funestas concesiones a Inglaterra o EUA, a cambio de dinero o reconocimiento de gobierno.

Por si esto no fuera suficiente, en Veracruz, Juárez SOLICITÓ la ayuda de EUA para combatir a mexicanos, hecho que ocurrió en marzo de 1860, cuando tres naves de ese país invadieron aguas nacionales en el Golfo de México y derrotaron a las tropas del gobierno conservador en México. Arriba de uno de dichos buques se encontraba otro traidor (Ministro de Gobernación de Juárez) y su nombre ha sido ignominiosamente otorgado al estado de Veracruz: Ignacio de la Llave.

Pues bien, en general los tratados internacionales suscritos por Juárez, negociados por Melchor Ocampo, Manuel Doblado y otros que hoy se consideran insignes dentro de la política exterior mexicana, como Matías Romero (quien es muy conocido en la SRE), han sido corruptores y traidores a la Nación Mexicana, violando los principios básicos del derecho internacional, al socavar la soberanía e independencia de un país, a cargo del puesto temporal que tuvieron a mal obtener por la vía antidemocrática, como es el caso concreto de B. Juárez.

Por ello y más, justamente el Congreso de Colombia otorgó el título de "benemérito de la América" a B. Juárez, pero entendamos que se referían a América, Estados Unidos y no al continente americano, y mucho menos a México.

La próxima vez que nos receten esos himnos fastuosos y aplausos inmerecidos de tan nefastos personajes, sepamos que son producto de la masonería mexicana, que dominada por la internacional, sólo han sometido los intereses nacionales a los extranjeros durante casi dos siglos de forma casi ininterrumpida.

Hasta la próxima.


Han sido utilizados los siguientes libros como bibliografía básica para lo anterior:

Al Servicio del Enemigo de México. Luis Reed Torres.
Las grandes traiciones de Juárez. Celerino Slameron.
Breve Historia de México. José Vasconcelos.
Don Agustín de Iturbide. Juan Bosco Abascal Carranza.





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